En 1482 da Vinci se acercó al duque de Milán, Ludovico "Il Moro" Sforza y le ofreció hacer un monumento en honor al padre del duque, que montaría guardia en el castillo. El plan era ambicioso y grandioso. La estatua iba a ser de un enorme caballo, montado por el padre del duque, Francesco Sforza, que requeriría alrededor de 80 toneladas de bronce.

El duque estuvo de acuerdo y encargó la pieza. A lo largo de los años, da Vinci realizó numerosos bocetos detallados y estudios de caballos en preparación para su monumento. Estudió caballos en la naturaleza, en los establos, analizó su anatomía y movimiento. Este estudio de caballos es un ejemplo sorprendente de la atención al detalle de da Vinci y su maravillosa habilidad como dibujante.

Hizo numerosas notas sobre los métodos de fundición, incluso diseñó hornos para fundir y verter el bronce. Pasaron muchos años y el inquieto duque seguía sin su monumento. Finalmente, en 1493, con motivo de la boda de la hija de Ludovico, da Vinci finalmente reveló un modelo de barro preparatorio de 24 pies de altura de su caballo. Desafortunadamente, como la guerra contra los franceses parecía inminente, todo el bronce que da Vinci había reservado se usó como cañones y armas.

Peor aún, cuando los franceses finalmente invadieron Milán en 1499, el caballo de arcilla fue destruido, supuestamente utilizado como práctica de tiro por los arqueros franceses. Los diecisiete años de trabajo hacia este proyecto fueron en vano.

Uno de los lamentos de da Vinci fue que esta pieza monumental nunca se completó. Sorprendentemente, alrededor de 1966, las notas y los bocetos detallados de da Vinci fueron descubiertos en la Biblioteca Nacional de Madrid. La historia del caballo sin terminar llamó la atención de un piloto de línea aérea jubilado llamado Charles Dent mientras leía un artículo en la revista National Geographic sobre da Vinci en 1978. Dent decidió que el caballo de da Vinci debía completarse y pasó los últimos diecisiete años de su propia vida trabajando para lograrlo. Con la ayuda de la escultora Nina Akamu y otros expertos, se dedicaron a recaudar fondos e investigar.

A pesar de la cantidad de apuntes y bocetos, no había una indicación clara de la posición exacta del caballo y menos del jinete. Sin embargo, la mejor representación del colosal caballo de da Vinci finalmente se dio a conocer en Milán el 10 de septiembre de 1999, exactamente 500 años después de que, según los informes, el modelo de arcilla fuera destruido. Lamentablemente, Charles Dent murió antes de que se completara el proyecto.

Se fabricaron más caballos, uno se encuentra en la ciudad natal de Dent en Allentown, Pensilvania, otro en Vinci, Italia. Una segunda versión de tamaño completo, conocida como "El caballo americano", ahora se encuentra en Michigan. Un simple estudio de caballos que condujo a un proyecto que tardó cinco siglos en completarse. De todos los que siguieron a Da Vinci, George Stubbs es probablemente el artista más respetado por estudiar y pintar la forma del caballo. También encontrará una serie de litografías y pinturas al óleo sobre este tema de Theodore Gericault.